jueves, 17 de diciembre de 2009

Donde quiera que estés - Joan Manuel Serrat


Donde quiera que estés,
te gustara saber
que por flaca que fuese la vereda
no malvendí tu pañuelo de seda
por un trozo de pan.
Y que jamás,
por mas cansado que
estuviese, abandoné
tu recuerdo a la orilla del camino,
y por fría que fuera mi noche triste,
no eche al fuego ni uno solo
de los besos que me diste.
Por ti brilló mi sol un día
y cuando pienso en ti brilla de nuevo
sin que lo empañe la melancolía
de los fugaces amores eternos.
Dondequiera que estés,
te gustara saber
que te pude olvidar y no he querido,
y por fría que sea mi noche triste
no echo al fuego ni uno solo
de los besos que me diste.
Dondequiera que estés…
si te acuerdas de mi.

sábado, 28 de noviembre de 2009

Ay! me recuerda a Vera...

Pueblo Blanco (Joan Manuel Serrat)

Colgado de un barranco

duerme mi pueblo blanco

bajo un cielo que, a fuerza

de no ver nunca el mar,

se olvidó de llorar.

Por sus callejas de polvo y piedra

por no pasar, ni pasó la guerra.

Sólo el olvido

camina lento bordeando la cañada

donde no crece una flor

ni trashuma un pastor.

El sacristán ha visto
hacerse viejo al cura,
el cura ha visto al cabo
y el cabo al sacristán.
Y mi pueblo después
vió morir a los tres...
Y me pregunto: Por qué nace la gente

si nacer o morir es indiferente.

De la siega a la siembra,
se vive en la taberna.
Las comadres murmuran

su historia en el umbral

de sus casas de cal.

Y las muchachas hacen bolillos

buscando,ocultas tras los visillos,

a ese hombre joven

que noche a noche forjaron en su mente,

fuerte para ser su señor y

tierno para el amor.

Ellas sueñan con El,

Y El con irse muy lejos

de su pueblo.Y los viejos
sueñan morirse en paz,
y morir por morir,
quieren morirse al sol.
La boca abierta al calor, como lagartos.

Medio ocultos tras un sombrero de esparto.

Escapad gente tierna que

esta tierra está enferma,
y no espereís mañana
lo que no se os dió ayer,
que no hay nada que hacer.
Toma tu mula, tu hembra y tu arreo,
sigue el camino del pueblo hebreo
y busca otra luna.

Tal vez mañana sonría la fortuna.

Y si te toca llorar

es mejor frente al mar.


Si yo pudiera unirme

a un vuelo de palomas

y atravesando lomas

dejar mi pueblo atrás,

Os juro por lo que fui

que me iría de aquí...


Pero los muertos están en cautiverio
y no nos dejan salir del cementerio.

sábado, 7 de noviembre de 2009

MISS YOU

martes, 6 de octubre de 2009

Tell me howwwww??? Cómo odiarte? Cómo olvidarte?

Tell me how i will forget you if you say: Remember my face please, if we don`t meet in the earth i will find you in the sky.

lunes, 5 de octubre de 2009

Por ti vendería mi sangre...

me dijiste un día y quise creer que encontré a mi Albert, a veces, hasta la peor de todas necesita sentirse cuidada. Thanks for to be my best friend, you are the most intelligent man that I knew in my life.

sábado, 3 de octubre de 2009

Tonight a good star for you :)

Buena Estrella
Fito Paez

Ya ha corrido mucha agua debajo de este puente, me ha sobrado y me ha faltado inspiración. Puede ser que suene muy desafinado es que me desafina el corazón.
Vamos hoy a levantar la copa del amigo. Necesito estar lo más cerca que pueda de ti y fundirme en con tu espíritu divino y sentir que sí se puede ser feliz...

Times are changing, times are changing, times are still changing, they're changing for me...

A todos algo ya nos ha golpeado duro, y vimos algo tras el velo del amor pero es que ya no soy tan chico ni tan puro que hasta me parece ingenuo el rock and roll.

He perdido y he encontrado mi cabeza despertandome en el charco de la sangre del mezcal, con la cara un poco más desfigurada, ten cuidado con las mezclas y a no desanimar.


Times are changing, times are changing, times are still changing, they're changing for me...

Es genial por fin haber tocado fondo porque ya no se puede bajar mucho más. Ves ese hilo de luz que está arriba es tu buena estrella te protegerá.
Entonces cuando todo al fin se vuelve insoportable, cuando el mundo y el veneno dan dolor todavía está allí tu buena estrella, buena estrella para todos, para vos.

Times are changing, times are changing, times are still changing, they're changing for me...

Yo tambien jugué muy sucio y en eso estoy de acuerdo
cuando hablé desde el sentido y la razón
pero es que existe una ley :
nadie, nadie es perfecto
vos también tendrás lo tuyo, corazón.
Nos veremos en la cárcel o en concierto,
o yendo tras algún perfume de mujer...

nos veremos en el siglo 21
una buena estrella también viene con él!

I love you, love you so...

martes, 29 de septiembre de 2009

Strangers in the night - Frank Sinatra



Strangers in the night, exchanging glances
wond'ring in the night, what were the chances
we'd be sharing love before the night was through
something in your eyes was so inviting
something in your smile was so exciting
something in my heart told me i must have you
Strangers in the night, two lonely people
we were strangers in the night
up to the moment when we said our first hello, little did we know
love was just a glance away, a warm embracing dance away
and ever since that night, we've been together
lovers at first sight, in love forever
it turned out so right for strangers in the night

Imagen: Los Amantes - René Magritte

sábado, 26 de septiembre de 2009

The pain don't let me sleep

Imagen: Leonardo Da Vinci - Hands

viernes, 25 de septiembre de 2009

Reencontrándome con lo que fuí, lo que soy y lo que seré.

Yo no quiero volverme tan loco (Charly García)

Yo no quiero volverme tan loco
yo no quiero vestirme de rojo
yo no quiero morir en el mundo hoy.
Yo no quiero ya verte tan triste

yo no quiero saber lo que hiciste

yo no quiero esta pena en mi corazón.

Escucho un bit de un tambor entre la desolación
de una radio en una calle desierta
están las puertas cerradas y las ventanas también

no será que nuestra gente está muerta?
Presiento el fin de un amor en la era del color
la televisión está en las vidrieras
toda esa gente parada que tiene grasa en la piel

no se entera ni que el mundo da vueltas.


Yo no quiero meterme en problemas
yo no quiero asuntos que queman
yo tan sólo les digo que es un bajón.
Yo no quiero sembrar la anarquía
yo no quiero vivir como digan

tengo algo que darte en mi corazón.

Escucho un tango y un rock

y presiento que soy yo

y quisiera ver al mundo de fiesta.
Veo tantas chicas castradas y tantos tontos que al fin
yo no se si vivir tanto les cuesta.
Yo quiero ver muchos más delirantes por ahí

bailando en una calle cualquiera
en Buenos Aires se ve
que ya no hay tiempo de más
la alegría no es sólo brasilera.

Yo no quiero vivir paranoico

yo no quiero ver chicos con odio

yo no quiero sentir esta depresión

voy buscando el placer de estar vivo
no me importa si soy un bandido
voy pateando basura en el callejón

Yo no quiero volverme tan loco
yo no quiero vestirme de rojo
yo no quiero morir en el mundo hoy.
Yo no quiero ya verte tan triste
yo no quiero saber lo que hiciste
yo no quiero esta pena en mi corazón.
Yo no quiero sentir esta pena en mi corazón.


Imagen: Marc Chagall - Above the Town

jueves, 24 de septiembre de 2009

Nunca te encontrarás al escaparte....


"Si pudieras olvidar tu mente frente a mi, sé que tu corazón diria que si..."

"If you could forget your mind in front of my, I know that your heart would say yes..."

miércoles, 23 de septiembre de 2009

I can't understand...

I know, i know, i don't have to understand, but i feel so much disgust that I wish to vomit the heart...

martes, 22 de septiembre de 2009

y todo lo que tengo que es nada te lo di...

...Quizas porque no soy un buen comerciante no pido nada a cambio de darte lo poco que tengo....

yo no quiero contigo ni sin ti....

CONTIGO (Joaquin Sabina)

Yo no quiero un amor civilizado,
con recibos y escena del sofá;
yo no quiero que viajes al pasado
y vuelvas del mercado
con ganas de llorar.

Yo no quiero vecínas con pucheros;
yo no quiero sembrar ni compartir;
yo no quiero catorce de febrero
ni cumpleaños feliz.

Yo no quiero cargar con tus maletas;
yo no quiero que elijas mi champú;
yo no quiero mudarme de planeta,
cortarme la coleta,
brindar a tu salud.

Yo no quiero domingos por la tarde;
yo no quiero columpio en el jardin;
lo que yo quiero, corazón cobarde,
es que mueras por mí.

Y morirme contigo si te matas
y matarme contigo si te mueres
porque el amor cuando no muere mata
porque amores que matan nunca mueren.

Yo no quiero juntar para mañana,
no me pidas llegar a fin de mes;
yo no quiero comerme una manzana
dos veces por semana
sin ganas de comer.

Yo no quiero calor de invernadero;
yo no quiero besar tu cicatriz;
yo no quiero París con aguacero
ni Venecia sin tí.

No me esperes a las doce en el juzgado;
no me digas “volvamos a empezar”;
yo no quiero ni libre ni ocupado,
ni carne ni pecado,
ni orgullo ni piedad.

Yo no quiero saber por qué lo hiciste;
yo no quiero contigo ni sin ti;
lo que yo quiero, muchacha de ojos tristes,
es que mueras por mí.

Y morirme contigo si te matas
y matarme contigo si te mueres
porque el amor cuando no muere mata
porque amores que matan nunca mueren.

lunes, 21 de septiembre de 2009

And...


Maybe, this is the best for you and for me...
"Cada vez mas tu y cada vez mas yo sin rastro de nosotros"...

sábado, 19 de septiembre de 2009

Hoy supe de esta nueva canción y fuí feliz... Te amo Charly.

todos van hasta ahí nomás....

Para vos...

"Ten a bien recibir de mi parte un abrazo de amigo,
cuando estalle la guerra estaré en la trinchera contigo".

viernes, 18 de septiembre de 2009


thanks for all the smiles

Viernes 3 am

...Somewhere over the rainbow...

Ayyy Dios!!! Hay Dios??? Ayyy Dios!!!


Pintura: El grito - Edward Munch

jueves, 17 de septiembre de 2009

Today is raining and I am waiting you...

I want to be rain with the rain and not to sit down to see rain
Come with me to dance under the rain,
Come and love me under the rain.
Come to laugh and to play with me.
I am waiting you.

domingo, 13 de septiembre de 2009

La Vida Según Chaplin

Ya perdoné errores casi imperdonables, traté de sustituir personas insustituibles y olvidar personas inolvidables.

Ya hice cosas por impulso, ya me decepcioné con personas cuando nunca pensé decepcionarme, mas también decepcioné a alguien.

Ya abracé para proteger, ya me reí cuando no podía, ya hice amigos eternos.

Ya amé y fui amado, pero también fui rechazado, ya fui amado y no supe amar.

Ya grite y salté de tanta felicidad, ya viví de amor e hice juramentos eternos, pero también “rompí la cara" muchas veces.

Ya lloré escuchando música y viendo fotos, ya llamé sólo para escuchar una voz, ya me enamoré por una sonrisa, ya pensé que iba a morir de tanta nostalgia y tuve miedo de perder a alguien especial (y terminé perdiéndolo), pero sobreviví.

¡Y todavía vivo! No paso por la vida y tú tampoco deberías sólo pasar... ¡Vive! Bueno es ir a la lucha con determinación, abrazar la vida y vivir con pasión, perder con clase y vencer con osadía, porque el mundo pertenece a quien se atreve y la VIDA es mucho para ser insignificante"

Charles Chaplin.

Until we say goodbye...

viernes, 11 de septiembre de 2009

sábado, 5 de septiembre de 2009

viernes, 28 de agosto de 2009

Abre - Fito Paez

Abre el mundo ante tus pies
abre todo sin querer
abre el zen, la vanidad
abre la profundidad
abren sexos en tu piel
abren cofres si querés
abre el fuego si cantás
abre el mundo una vez más
abre el roce y el amor
se abren paso entre tú y yo
abre el miedo y el dolor
abrís todo y entro yo

abre un cuerpo, se abre el sol
abre dar también perdón
abre verse en realidad
abre gritar de verdad

Abre el rito de la fe
abre el riesgo de perder
se abre sólo mi ataúd
abre el plexo en una cruz
abre drogas, abre amar
abre besos, abre andar
abre hablar, abre callar
abre el pulso del lugar
abre hacer e imaginar

abre nunca interpretar
abre toda sensación
abre música y color
abre el fin de la razón
abre el cielo y el terror
abre un poco de piedad
abre toda inmensidad
se abre el mundo ante tus pies

abre todo sin querer

Abre al fin la vanidad
abre la profundidad
abren sexos en tu piel
abre un cofre si querés
abre el fuego si cantás
abre el mundo una vez más.

Letra: Fito Paez
Imagen: El Paseo - Marc Chagall

jueves, 27 de agosto de 2009

Visita - Oliverio Girondo


No estoy.
No la conozco.
No quiero conocerla.
Me repugna lo hueco,
la afición al misterio,
el culto a la ceniza,
a cuanto se disgrega.
Jamás he mantenido contacto con lo inerte.
Si de algo he renegado es de la indiferencia.
No aspiro a transmutarme,
ni me tienta el reposo.
Todavía me intrigan el absurdo, la gracia.
No estoy para lo inmóvil,
para lo inhabitado.

Cuando venga a buscarme,
díganle:
"se ha mudado".

lunes, 20 de julio de 2009

Dia del Amigo..

Creo que el regalo más hermoso que podríamos recibir seria el don de aprender a reflexionar, amo la manera en que lo hace Alejandro Dolina y ese es mi regalo para el día del amigo.

domingo, 12 de julio de 2009

Estar enamorado (palabras de Dolina)

Estar enamorado es una porquería, estar enamorado es una basura, se siente uno mal, no reacciona inteligentemente, pierde la facultad de especular porque con toda inocencia toma el corazón y lo deja de propina en cualquier lado.
En cambio cuando uno no está enamorado es atrayente, es inteligente, es imaginativo, especula, se retira a tiempo, avanza cuando tiene que avanzar, es brillante, tiene esa crueldad, esa maravillosa crueldad que tanto enamora y que cuando uno está enamorado pierde.
El enamorado dice “voy a ser cruel” y resulta patético, ensaya retiradas que duran 5 minutos al cabo de los cuales llama por teléfono como un perro arrastrándose.
Cuando uno esta enamorado pierde poder, pierde mucho poder del que uno necesita para enamorar precisamente, de modo que se da esta paradoja, cuando uno más necesita este poder no lo tiene y cuando uno lo tiene no necesita tenerlo o a lo mejor lo usa nada más que para enamorar giles, de gusto, porque sí, para matar el tiempo...

jueves, 9 de julio de 2009

La Historia de la Estupidez Humana

Digame... ¿Duele ser estúpido?... Desgraciadamente, no duele. Si la estupidez se pareciera al dolor de muelas, ya se habría buscando hace mucho la solución al problema. Aunque, a decir verdad, la estupidez duele... Solo que rara vez le duele al estupido. Y ésta es la tragedia del mundo.

de "La historia de la estupidez humana" Paul Tabori


martes, 16 de junio de 2009

...y los Romeos se demoran y las Julietas se desenamoran...

Lagrimas de Plástico Azul (Joaquín Sabina)

Por las aceras de la madrugada
baila con las porteras su milonga al sol,
con las ojeras que le sobran a tus ojos, corazón,
un día después de lo que el viento se llevó.

Las secretarias de las oficinas
desayunan en la esquina un tentempié
y cuando bajan de la luna al disco duro de roer,
con el sueño del revés y un futuro sin mañana, lloran

Lágrimas de plástico azul rodando por la escalera,
tribus de los mares del sur al oeste de la frontera,
labios de papel de fumar, sabios que no saben nada,
náufragos en la catedral, telarañas acostumbradas
a hacer noche en el cristal.

Los cirujanos de las decepciones
cercenan por lo sano la alegría,
las venas del amanecer almacenan sangre fría
y cada lunes nace muerto el nuevo día.

El lápiz comisura de tu boca
retoca los agravios del carmín,
los proxenetas se colocan con aseo el peluquín
y los Romeos se demoran y las Julietas se desenamoran.

Lágrimas de plástico azul rodando por la escalera,
tribus de los mares del sur al oeste de la frontera,
labios de papel de fumar, sabios que no saben nada,
náufragos en la catedral, telarañas amotinadas…

Lágrimas de plástico azul con sabor a despedida.
¿Cuándo cruzará el autobús este callejón sin salida?
Labios de papel de fumar, sabios que no saben nada,
pétalos de flor de hospital, telarañas amotinadas…

domingo, 31 de mayo de 2009

Donde estas?

domingo, 26 de abril de 2009

Te Deseo ...(Felíz cumpleaños, sabes que sos uno de mis mejores amigos)

Te deseo primero que ames, y que amando, también seas amado. Y que, de no ser así, seas breve en olvidar y que después de olvidar, no guardes rencores. Deseo, pues, que no sea así, pero que si es, sepas ser sin desesperar.

Te deseo también que tengas amigos, y que, incluso malos e inconsecuentes, sean valientes y fieles, y que por lo menos haya uno en quien puedas confiar sin dudar.

Y porque la vida es así, te deseo también que tengas enemigos. Ni muchos ni pocos, en la medida exacta, para que, algunas veces, te cuestiones tus propias certezas. Y que entre ellos, haya por lo menos uno que sea justo, para que no te sientas demasiado seguro.

Te deseo además, que seas útil, mas no insustituible. Y que en los momentos malos, cuando no quede mas nada, esa utilidad sea suficiente para mantenerte en pie.

Igualmente, te deseo que seas tolerante; no con los que se equivocan poco, porque eso es fácil, sino con los que se equivocan mucho e irremediablemente, y que haciendo buen uso de esa tolerancia, sirvas de ejemplo a otros.

Te deseo que siendo joven no madures demasiado de prisa, y que ya maduro, no insistas en rejuvenecer, y que siendo viejo no te dediques al desespero. Porque cada edad tiene su placer y su dolor y es necesario dejar que fluyan entre nosotros.

Te deseo de paso que seas triste. No todo el año, sino apenas un día. Pero que en ese día descubras que la risa diaria es buena, que la risa habitual es sosa y la risa constante es malsana.

Te deseo que descubras, con urgencia máxima, por encima y a pesar de todo, que existen, y que te rodean, seres oprimidos, tratados con injusticia y personas infelices.

Te deseo que acaricies un gato, alimentes a un pájaro y oigas a un jilguero erguir triunfante su canto matinal, porque de esta manera, te sentirás bien por nada.

Deseo también que plantes una semilla, por mas minúscula que sea, y la acompañes en su crecimiento, para que descubras de cuantas vidas esta hecho un árbol.

Te deseo, además, que tengas dinero, porque es necesario ser práctico. Y que por lo menos una vez por año pongas algo de ese dinero frente a ti y digas: "Esto es mío", solo para que quede claro quien es el dueño de quien.

Te deseo también que ninguno de tus afectos muera, pero que si muere alguno, puedas llorar sin lamentarte y sufrir sin sentirte culpable.

Te deseo por fin que, siendo hombre, tengas una buena mujer, y que siendo mujer, tengas un buen hombre, mañana y al día siguiente, y que cuando estén exhaustos y sonrientes, hablen sobre el amor para recomenzar.

Si todas estas cosas llegaran a pasar, no tengo mas nada que desearte, sino que seas feliz.....

Sérgio Jockyman

domingo, 19 de abril de 2009

Alma desnuda (Alfonsina Storni)

Soy un alma desnuda en estos versos,
alma desnuda que angustiada y sola
va dejando sus pétalos dispersos.

Alma que puede ser una amapola,
que puede ser un lirio, una violeta,
un peñasco, una selva y una ola.

Alma que como el viento vaga inquieta
y ruge cuando está sobre los mares
y duerme dulcemente en una grieta.

Alma que adora sobre sus altares
dioses que no se bajan a cegarla;
alma que no conoce valladares.

Alma que fuera fácil dominarla
con sólo un corazón que se partiera
para en su sangre cálida regarla.
Alma que cuando está en la primavera
dice al invierno que demora: vuelve,
caiga tu nieve sobre la pradera.

Alma que cuando nieva se disuelve
en tristezas, clamando por las rosas
con que la primavera nos envuelve.

Alma que a ratos suelta mariposas
a campo abierto, sin fijar distancia,
y les dice: libad sobre las cosas.

Alma que ha de morir de una fragancia,
de un suspiro, de un verso en que se ruega,
sin perder, a poderlo, su elegancia.

Alma que nada sabe y todo niega
y negando lo bueno el bien propicia
porque es negando como más se entrega.

Alma que suele haber como delicia
palpar las almas, despreciar la huella,
y sentir en la mano una caricia.

Alma que siempre disconforme de ella,
como los vientos vaga, corre y gira;
alma que sangra y sin cesar delira
por ser el buque en marcha de la estrella.

domingo, 8 de marzo de 2009

Khalil Gibrán


“Protégeme de la sabiduría que no llora, de la filosofía que no ríe y de la grandeza que no se inclina ante los niños”
Khalil Gibrán
---------------------------------------
"Keep me away from the wisdom which does not cry, the philosophy which does not laugh, and the greatness which does not bow before children"
Khalil Gibrán

domingo, 1 de febrero de 2009

MORELLA (Edgar Allan Poe)

Morella Edgar Allan Poe

El mismo, por si mismo únicamente, eternamente uno, y solo.
Platón, Symposium

Consideraba yo a mi amiga Morella con un sentimiento de profundo, aunque muy singular afecto. Habiéndola conocido casualmente hace muchos años, mi alma, desde nuestro primer encuentro, ardió con un fuego que no había conocido antes jamás; pero no era ese fuego el de Eros, y representó para mi espíritu un amargo tormento la convicción gradual de que no podría definir su insólito carácter ni regular su vaga intensidad. Sin embargo, nos tratamos, y el destino nos unió ante el altar; jamás hablé de pasión, ni pensé en el amor. Ella, aun así, huía de la sociedad, y dedicándose a mí, me hizo feliz. Asombrarse es una felicidad, y una felicidad es soñar.
La erudición de Morella era profunda. Como espero mostrar, sus talentos no eran de orden vulgar, y su potencia mental era gigantesca. Lo percibí, y en muchas materias fui su discípulo. No obstante, pronto comprendí que, quizá a causa de haberse educado en Pressburgo ponía ella ante mí un gran número de esas obras místicas que se consideran generalmente como la simple escoria de la literatura alemana. Esas obras, no puedo imaginar por qué razón, constituían su estudio favorito y constante, y si en el transcurso del tiempo llegó a ser el mío también, hay que atribuirlo a la simple, pero eficaz influencia del hábito y del ejemplo.
Con todo esto, si no me equivoco, pero tiene que ver mi razón. Mis convicciones, o caigo en un error, no estaban en modo alguno basadas en el ideal, y no se descubriría, como no me equivoque por completo, ningún tinte del misticismo de mis lecturas, ya fuese en mis actos o ya fuese en mis pensamientos.
Persuadido de esto, me abandoné sin reserva a la dirección de mi esposa, y me adentré con firme corazón en el laberinto de sus estudios. Y entonces -cuando, sumiéndome en páginas aborrecibles, sentía un espíritu aborrecible encenderse dentro de mí- venía Morella a colocar su mano fría en la mía, y hurgando las cenizas de una filosofía muerta, extraía de ellas algunas graves y singulares palabras que, dado su extraño sentido, ardían por sí mismas sobre mi memoria. Y entonces, hora tras hora, permanecía al lado de ella, sumiéndome en la música de su voz, hasta que se infestaba de terror su melodía, y una sombra caía sobre mi alma, y palidecía yo, y me estremecía interiormente ante aquellos tonos sobrenaturales. Y así, el gozo se desvanecía en el horror, y lo más bello se tornaba horrendo, como Hinnom se convirtió en Gehena.
Resulta innecesario expresar el carácter exacto de estas disquisiciones que, brotando de los volúmenes que he mencionado, constituyeron durante tanto tiempo casi el único tema de conversación entre Morella y yo.
Los enterados de lo que se puede llamar moral teológica las concebirán fácilmente, y los ignorantes poco comprenderían, en todo caso. El vehemente panteísmo de Fichte, la palingenesia modificada de los pitagóricos, y por encima de todo, las doctrinas de la Identidad tal como las presenta Schelling, solían ser los puntos de discusión que ofrecían mayor belleza a la imaginativa Morella. Esta identidad llamada personal, la define con precisión mister Locke, creo, diciendo que consiste en la cordura del ser racional. Y como por persona entendemos una esencia inteligente, dotada de razón, y como hay una conciencia que acompaña siempre al pensamiento, es ésta la que nos hace a todos ser eso que llamamos nosotros mismos, diferenciándonos así de otros seres pensantes y dándonos nuestra identidad personal. Pero el principium individuationis -la noción de esa identidad que en la muerte se pierde o no para siempre- fue para mí en todo tiempo una consideración de intenso interés, no sólo por la naturaleza pasmosa y emocionante de sus consecuencias, sino por la manera especial y agitada como la mencionaba Morella.
Pero realmente había llegado ahora un momento en que el misterio del carácter de mi esposa me oprimía como un hechizo. No podía soportar por más tiempo el contacto de sus pálidos dedos, ni el tono profundo de su palabra musical, ni el brillo de sus melancólicos ojos. Y ella sabía todo esto, pero no me reconvenía.
Parecía tener conciencia de mi debilidad o de mi locura, y sonriendo, las llamaba el Destino. Parecía también tener conciencia de la causa, para mí desconocida, de aquel gradual desvío de mi afecto; pero no me daba explicación alguna ni aludía a su naturaleza. Sin embargo, era ella mujer, y se consumía por días. Con el tiempo, se fijó una mancha roja constantemente sobre sus mejillas, y las venas azules de su pálida frente se hicieron prominentes. Llegó un instante en que mi naturaleza se deshacía en compasión; pero al siguiente encontraba yo la mirada de sus ojos pensativos, y entonces sentíase mal mi alma y experimentaba el vértigo de quien tiene la mirada sumida en algún aterrador e insondable abismo.
¿Diré que anhelaba ya con un deseo fervoroso y devorador el momento de la muerte de Morella? Así era; pero el frágil espíritu se aferró en su envoltura de barro durante muchos días, muchas semanas y muchos meses tediosos, hasta que mis nervios torturados lograron triunfar sobre mi mente, y me sentí enfurecido por aquel retraso, y con un corazón demoníaco, maldije los días, las horas, los minutos amargos, que parecían alargarse y alargarse a medida que declinaba aquella delicada vida, como sombras en la agonía de la tarde. Pero una noche de otoño, cuando permanecía quieto el viento en el cielo, Morella me llamó a su lado. Había una oscura bruma sobre toda la tierra, un calor fosforescente sóbrenlas aguas, y entre el rico follaje de la selva de octubre, hubiérase dicho que caía del firmamento un arco iris.
-Éste es el día de los días -dijo ella, cuando me acerqué-: un día entre todos los días para vivir o morir. Es un día hermoso para los hijos de la tierra y de la vida, ¡ah, y más hermoso para las hijas del cielo y de la muerte!
Besé su frente, y ella prosiguió:
-Voy a morir, y a pesar de todo, viviré.
-¡Morella!
-No han existido nunca días en que hubieses podido amarme; pero a la que aborreciste en vida la adorarás en la muerte.
-¡Morella!
-Repito que voy a morir. Pero hay en mí una prenda de ese afecto, ¡ah, cuan pequeño!, que has sentido por mí, por Morella. Y cuando parta mi espíritu, el hijo vivirá, el hijo tuyo, el de Morella. Pero tus días serán días de dolor, de ese dolor que es la más duradera de las impresiones, como el ciprés es el más duradero de los árboles. Porque han pasado las horas de tu felicidad, y no se coge dos veces la alegría en una vida, como las rosas de Paestum dos veces en un año. Tú no jugarás ya más con el tiempo el juego del Teyo; pero, siéndote desconocidos el mirto y el vino, llevarás contigo sobre la tierra tu sudario, como hace el musulmán en la Meca.
-¡Morella! -exclamé-. ¡Morella! ¿cómo sabes esto?
Pero ella volvió su rostro sobre la almohada, un leve temblor recorrió sus miembros, y ya no oí más su voz. Sin embargo, como había predicho ella, su hijo -el que había dado a luz al morir, y que no respiró hasta que cesó de alentar su madre-, su hijo, una niña, vivió. Y creció extrañamente en estatura y en inteligencia, y era de una semejanza perfecta con la que había desaparecido, y la amé con un amor más ferviente del que creí me sería posible sentir por ningún habitante de la Tierra.
Pero, antes de que pasase mucho tiempo, se ensombreció el cielo de aquel puro afecto, y la tristeza, el horror, la aflicción, pasaron veloces como nubes. He dicho que la niña creció extrañamente en estatura y en inteligencia. Extraño, en verdad, fue el rápido crecimiento de su tamaño corporal; pero terribles, ¡oh, terribles!, fueron los tumultuosos pensamientos que se amontonaron sobre mí mientras espiaba el desarrollo de su ser intelectual. ¿Podía ser de otra manera, cuando descubría yo a diario en las concepciones de la niña las potencias adultas y las facultades de la mujer, cuando las lecciones de la experiencia se desprendían de los labios de la infancia y cuando veía a cada hora la sabiduría o las pasiones de la madurez centellear en sus grandes y pensativos ojos? Como digo, cuando apareció evidente todo eso ante mis sentidos aterrados, cuando no le fue ya posible a mi alma ocultárselo más, ni a mis facultades estremecidas rechazar aquella certeza, ¿cómo puede extrañar que unas sospechas de naturaleza espantosa y emocionante se deslizaran en mi espíritu, o que mis pensamientos se volvieran, despavoridos, hacia los cuentos extraños y las impresionantes teorías de la enterrada Morella? Arranqué a la curiosidad del mundo un ser a quien el Destino me mandaba adorar, y en el severo aislamiento de mi hogar, vigilé con una ansiedad mortal cuanto concernía a la criatura amada.
Y mientras los años transcurrían, y mientras día tras día contemplaba yo su santo, su apacible, su elocuente rostro, mientras examinaba sus formas que maduraban, descubría día tras día nuevos puntos de semejanza en la hija con su madre, la melancólica y la muerta. Y a cada hora aumentaban aquellas sombras de semejanza, más plenas, más definidas, más inquietantes y más atrozmente terribles en su aspecto. Pues que su sonrisa se pareciese a la de su madre podía yo sufrirlo, aunque luego me hiciera estremecer aquella identidad demasiado perfecta; que sus ojos se pareciesen a los de Morella podía soportarlo, aunque, además, penetraran harto a menudo en las profundidades de mi alma con el intenso e impresionante pensamiento de la propia Morella. Y en el contorno de su alta frente, en los bucles de su sedosa cabellera, en sus pálidos dedos que se sepultaban dentro de ella, en el triste tono bajo y musical de su palabra, y por encima de todo -¡oh, por encima de todo!- en las frases y expresiones de la muerta sobre los labios de la amada, de la viva, encontraba yo pasto para un horrendo pensamiento devorador, para un gusano que no quería perecer.
Así pasaron dos lustros de su vida, y hasta ahora mi hija permanecía sin nombre sobre la tierra. «Hija mía» y «amor mío» eran las denominaciones dictadas habitualmente por el afecto paterno, y el severo aislamiento de sus días impedía toda relación. El nombre de Morella había muerto con ella. No hablé nunca de la madre a la hija; érame imposible hacerlo. En realidad, durante el breve período de su existencia, la última no había recibido ninguna impresión del mundo exterior, excepto las que la hubieran proporcionado los estrechos límites de su retiro.
Pero, por último, se ofreció a mi mente la ceremonia del bautismo en aquel estado de desaliento y de excitación, como la presente liberación de los terrores de mi destino. Y en la pila bautismal dudé respecto al nombre. Y se agolparon a mis labios muchos nombres de sabiduría y belleza, de los tiempos antiguos! y de los modernos, de mi país y de los países extranjeros, con otros muchos, muchos delicados de nobleza, de felicidad y de bondad. ¿Qué me impulsó entonces a agitar el recuerdo de la muerta enterrada? ¿Qué demonio me incitó a suspirar aquel sonido cuyo recuerdo real hacía refluir mi sangre a torrentes desde las sienes al corazón? ¿Qué espíritu perverso habló desde las reconditeces de mi alma, cuando, entre aquellos oscuros corredores, y en el silencio de la noche, musité al oído del santo hombre las sílabas «Morella»? ¿Qué ser más demoníaco retorció los rasgos de mi hija, y los cubrió con los tintes de la muerte cuando estremeciéndose ante aquel nombre apenas audible, volvió sus límpidos ojos desde el suelo hacia el cielo, y cayendo prosternada sobre las losas negras de nuestra cripta ancestral, respondió: «¡Aquí estoy!»?
Estas simples y cortas sílabas cayeron claras, fríamente claras, en mis oídos, y desde allí, como plomo fundido, se precipitaron silbando en mi cerebro. Años, años enteros pueden pasar; pero el recuerdo de esa época, ¡jamás! No desconocía yo, por cierto, las flores y la vid; pero el abeto y el ciprés proyectaron su sombra sobre mí noche y día. Y no conservé noción alguna de tiempo o de lugar, y se desvanecieron en el cielo las estrellas de mi destino, y desde entonces se ensombreció la tierra, y sus figuras pasaron junto a mí como sombras fugaces, y entre ellas sólo vi una: Morella. Los vientos del firmamento suspiraban un único sonido en mis oídos, y las olas en el mar murmuraban eternamente: «Morella.» Pero ella murió, y con mis propias manos la llevé a la tumba; y reí con una risa larga y amarga al no encontrar vestigios de la primera Morella en la cripta donde enterré la segunda.

miércoles, 28 de enero de 2009

El Arte de la Impostura - Alejandro Dolina

El Arte de la Impostura por Alejandro Dolina - Ilustración de Carlos Nine

El hombre de nuestros días vive tratando de causar buena impresión. Su principal desvelo es la aprobación ajena. Para lograrla existen diferentes métodos y estrategias. Algunos ejercen la inteligencia, otros se deciden por la tenacidad o la belleza, otros cultivan la santidad o el coraje.

Sin embargo, por ser todas estas virtudes muy difíciles de cumplir, ciertos pícaros se limitan a fingirlas.

Por cierto que tampoco esto es sencillo: el engaño es una disciplina que exige atenciones y cuidados permanentes.

Por suerte para los hipócritas y simuladores, existe desde hace mucho tiempo el Servicio de Ayuda al Impostor.

Basándose en modernos criterios científicos, los especialistas de la organización instruyen, aconsejan, dictan clases, resuelven casos particulares y difunden las técnicas más refinadas para obtener apariencias provechosas.

1.) Cuando algún zaparrastroso quiere presumir de elegante, el Servicio le recomienda sastres, lociones y corbatas.

• Si se trata de aparentar cultura, el cliente tiene a su disposición frases hechas, aforismos brillantes y gestos de suficiencia.

• Los que pretenden pasar por guapos son adiestrados en el arte del aplomo y la compadrada.

• Muchos pobres practican para fingirse ricos, y muchos ricos se esfuerzan por parecer indigentes.

• Hay que decir que algunos postulantes son muy adoquines y no alcanzan a completar los cursos. Otros tienen características tan marcadas que resulta imposible disimularlas.

• Durante muchos años, los hipócritas aplazados debieron resignarse a mostrar crudamente sus verdaderas y abominables condiciones, o bien a ser descubiertos en sus torpes fraudes. Pero con el tiempo, el Servicio encontró una fórmula drástica para socorrer a los menos favorecidos. Así nació el reemplazo liso y llano como recurso extremo.

• Imaginemos a un morocho tratando infructuosamente de ingresar en un selecto club nocturno. El hombre fracasa con las tinturas y el maquillaje.

Inmediatamente el servicio designa a un rubio cabal en su reemplazo. El impostor entra sin problemas a la milonga y en nombre del morocho rechazado baila y se divierte toda la noche.

Los ejemplos son innumerables:

• estudiantes mediocres que se hacen reemplazar en los exámenes;

• enamorados tímidos que -como Cyrano de Bergerac- mandan en su lugar a un picaflor; empleados capaces que para lograr un ascenso envían a un chupamedias y personas hartas de su familia que se hacen substituir en los cumpleaños.

El Servicio de Ayuda al Impostor ha ido perfeccionando la tecnología del reemplazo con disfraces impecables. Se sospecha que hoy en día, la mayoría de las personas que uno trata son en realidad agentes de la organización.

Nuestros amigos, nuestras novias, nuestros gobernantes y nuestros cuñados pueden haber sido reemplazados por impostores profesionales. Tal vez yo mismo estoy fingiendo escribir estas minucias a nombre y beneficio de un cliente llamado Dolina.

Tal vez usted, que finge leerme, esté reemplazando a alguien que no se atreve a confesar que los mitos de Flores lo tienen harto.

2.) Los gobiernos, lo mismo que las personas particulares, viven preocupados por la opinión de los de afuera. Continuamente sugieren a la población la necesidad de mejorar lo que se llama imagen exterior.

• Para lograrlo se promueve la difusión de nuestros aspectos más brillantes. Cuando nos visitan los extranjeros, se les muestran nuestros rincones más presentables, se les hace comer una empanada y se les obliga a escuchar a la orquesta de Osvaldo Pugliese.

• La exaltación de nuestros méritos va casi siempre acompañada de un cuidadoso disimulo de nuestros defectos. Además, en tren de aparentar y a falta de extranjeros, se suele hacer bandera ante los propios criollos.

• Con toda insistencia se señala que los médicos argentinos son los mejores del mundo, para no mencionar a los enfermos. Si se produce algún desperfecto en una transmisión internacional, los locutores se apresuran a aclarar que el jarabe se ha originado en el satélite alemán, con lo cual nos quedamos todos tranquilos.

• La actitud temerosa del juicio ajeno es proverbial en el periodismo. Hace poco una cronista aprovechó su paso por Roma para consultar a los transeúntes italianos acerca de nuestra nueva situación institucional. Los televidentes recibieron varias reflexiones, expresadas en cocoliche que, en general, nos perdonaban la vida. Al final de la encuesta, la cronista no podía ocultar su satisfacción. Habíamos pasado la difícil prueba de agradar a los heladeros de la Vía Marguta.

No estaría mal recurrir al Servicio de Ayuda al Impostor para perfeccionar nuestras representaciones ante los extraños.

La solvencia de la organización nos permitiría aparentar cualquier cosa: que tenemos 100 millones de habitantes, que somos prósperos, que somos poderosos. Se podrían editar censos adulterados y mapas fraudulentos que nos muestren en el doble de nuestra extensión.

Manuel Mandeb recomendó alguna vez la conveniencia de fingirnos el Japón, para desconcertar a nuestros enemigos. El pensador de Flores proponía que todos nos estiráramos los ojos con los dedos y habláramos pronunciando las erres como eles. Aquí se nos viene encima una duda: ¿no será que otros países ya nos están engañando?

La mentada potencia norteamericana puede ser nada más que una ficción creada por los impostores del norte. A lo mejor, Suecia es un país tropical, pero lo disimula. Quizá la Unión Soviética es una pequeña república del Africa y Luxemburgo es en verdad el mayor país del mundo.

En todo caso, antes de encarar cualquier acción para mejorar nuestra imagen externa es indispensable decidir cuál es la sensación que se quiere dejar. Si dispersamos nuestros esfuerzos en simulaciones diferentes e inconexas, los resultados habrán de ser más bien confusos. Dígasenos de una vez qué fingiremos ser: ¿una nación apacible? ¿una nación encrespada? ¿una nación limpia? ¿una nación angloparlante?

Los tratadistas reconocen tres tipos de impostura: horizontal, ascendente y descendente. La última consiste en mostrarse peor de lo que se es. Y no faltan economistas que postulan este camino para despertar la conmiseración internacional.

3.) Los teóricos más barrocos del Servicio creen que la impostura es un arte. Y más aún: afirman que todo arte es una impostura. Cien gramos de pinturas al aceite se nos aparecen como un rostro misterioso o como un paisaje lunar. Quinientos kilos de bronce pretenden ser el cuerpo de Hércules. Una curiosa combinación de tintas y papeles es presentada como el alma de un hombre atormentado.

• Solamente la música está libre de simulaciones. Un acorde en mi menor es precisamente eso y no pretende ser nada más.

• Los teóricos también han defendido el carácter ético de la impostura ascendente. El argumento principal no es muy novedoso: de tanto aparentar bondad, uno acaba por ser bueno.

• Faltan en esta monografía datos concretos que permitan al lector la contratación del Servicio. Lamentablemente, no es posible ofrecerlos.

• Para empezar, nadie sabe cuál es la ubicación de la entidad. A veces, el local asume el aspecto de un almacén. Otras veces, se aparece como un copetín al paso, o como una estación de ferrocarril. Los impostores son siempre consecuentes con sus representaciones y por más que uno les plantee sus necesidades, insisten en vender garbanzos, servir una ginebra o despachar un boleto de ida y vuelta a Caseros.

Es cierto que a menudo aparecen impostores ofreciendo sus servicios. Pero la organización ya ha advertido al público que se trata en realidad de falsos impostores que deben ser denunciados a la policía. IV Vaya uno a saber cuántos ridículos firuletes habremos hecho los criollos para agradar a los polacos y coreanos.

¿Estaremos bien? ¿No seremos una nación fuera de lugar? ¿Qué pensarán de nosotros estos visitantes holandeses? ¿Le ha gustado nuestra autopista, señor Smith? ¡Cuidado, disimulen que ahí viene un francés! ¿No estaremos desentonando en el concierto internacional?

Yo creo que tal vez no importa desentonar en un concierto que parece dirigido por Mandinga.

Vale la pena intentar el camino difícil, el más penoso, el más largo pero también el más seguro. Es el camino de la verdad. El que quiera parecer honrado, que lo sea. El que quiera fama de valiente, que se la gane a fuerza de guapeza.

Y si queremos que el mundo piense que somos una gran nación, sepamos que lo más conveniente es ser de veras una gran nación.

Mientras llegan esos tiempos, podríamos empezar a fingir que no fingimos.